La tarde fue bien, sin incidentes. Nuestro temor no se cumplió pues ni los niños ni la paloma salieron volando. Además, se portaron muy bien. ¡Qué narices! Que se portasen como se portasen, que son niños y es normal que si esperan tiendan a enredar, si escuchan (o medio escuchan porque el equipo de sonido tela) una poesía que no les suena a nada y de una forma tan fría desconecten. Lo que no es normal es que nadie espere que se estén sin inmutarse todo el rato, algo de psicología y sentido común infantil les falta a los de cursos altos; yo les animaba a pasarse un día en un aula de infantil y ya verían cómo se les cambiaban algunas ideas que tienen preconcebidas...
Tras la poesía, la unión de cadenas (la parte de Primaria) y la colocación de nuestra palomica (¡Qué chula nos quedó!) cantamos la canción, que era lo que todos los peques esperaban... Y cantaron FENOMENAL un olé para ellos, que se lo merecen.
No hay comentarios:
Publicar un comentario